lunes, 7 de diciembre de 2009

Primer ejercicio

Quisiera olvidarlo todo y despertarme frente a la luz anterior a los instantes.
E.M. Cioran

¿Por qué lloraba cuando era niña? Hay una gravedad y un abismo por cumplir en el ejercicio de la memoria. Este punzar casi mórbido del escrutinio, esta empresa ciega de la búsqueda y recolección de eventos pasados, no es sino el caleidoscopio de la huida. Pedazos de cristales de colores que giran y se hunden a capricho. Hay en el error un matiz de cinismo y un matiz de imagen desgastada, y hay la fruta de lo que nos desplegó ajenos a nosotros. ¿Qué se busca en la primera lágrima? ¿se busca el agua en sí o se busca la caída? ¿o se busca el hambre, o el sueño, o el contacto de la piel con la mierda? O la fiebre, o la pesadilla primera, o la intuición de que todo no es sino el vaticinio de su propia ausencia.

Lo que nunca se dormía del todo, era una cierta idea de magnolias. Aunque los árboles donde ellas vivían hubieran quedado en el camino, ellas estaban cerca, escondidas detrás de los ojos.

F.H.