sábado, 16 de agosto de 2008

Melancholy bucket

Despierto agobiada en un doblez del día.
No quiero hablar de mí.
Las cosas con las que me he hermanado
me vomitan encima un rostro mío que no conozco,
todo ondula con la pesadez de un sueño perseguido
por la vigilia en una cacería sin éxito.
El agua me sube hasta la garganta, estoy inundada.
Mordida por el cansancio de esta flexión permanente sobre el mundo,
como una fruta abandonada,
pienso en el dolor de mis músculos,
toda esa carne colgada de mis huesos
resistiéndose inútilmente a su desprendimiento.
Antes de todo esto hay otro antes,
uno raído y luminoso, como todas las cosas que se olvidan
y que pueden mirarse después
con el azoro animal de sólo ser mirada
.

Melancholy bucket
baken lameness on a birthday cake
cemetery balloons
rehiletes que giran graves como relojes
graves como burbujas
smoken birds hanging from their loneliness
Todo visto y vuelto llaga
arrojado
pausado en la inundación



Mexitli Nayeli López Ríos

2 comentarios:

Alf. dijo...

Es un tesoro ese poema, es tuyo? Me encanta el doblez del día, la fruta abandonada, estar inundada, es muy gráfico y me ha hecho aflorar lo que estoy sintiendo por mi vida. también tengo la vida atravesada en la garganta y me parece que la voy a vomitar de un momento a otro.

Carolina Arévalo Camberos dijo...

yo dejé aquí algo y ya no esta!

Lo que nunca se dormía del todo, era una cierta idea de magnolias. Aunque los árboles donde ellas vivían hubieran quedado en el camino, ellas estaban cerca, escondidas detrás de los ojos.

F.H.